Es una de las cuestiones que todos hemos escuchado alguna vez. Un coche negro al sol se calienta mucho más que un coche blanco, porque el primero absorbe más el calor... Pero al final de cuentas, parece ser que esto tampoco es cierto, según acaba de demostrar un grupo de científicos.
Los coches se calientan debido al efecto invernadero: la luz solar que atraviesa la ventana es absorbida por las superficies del interior, y reflejada de vuelta al aire en forma de calor. Esta radiación en forma de calor no puede salir hacia fuera a través del cristal, de modo que la temperatura interior aumenta frente al exterior.
El interior del coche se calienta porque entra radiación que no puede salir, aclaran los cientificos. El color del interior del vehículo sí puede condicionar la cantidad de calor acumulado, ya que las superficies internas oscuras absorben más energía solar, pero el color de la carrocería no ejerce ninguna influencia.
Por lo tanto, lo que influirá es que los asientos y la tapicería del coche sean de un color u otro, pero el color exterior es lo de menos. Eso sí, la chapa sí que se calienta mucho más cuando es oscura... aunque el aislamiento impide que ese calor llegue al interior.
Muy interesante…. Verdad?
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