diciembre 27, 2010

Acaros

Los  ácaros forman parte del grupo más antiguo, diverso y numeroso de animales que ha existido desde que apareció la vida en el planeta, el de los artrópodos.
Los ácaros (Acari o Acarina, del griego akarés, "diminuto", "que no se corta") son una subclase de arácnidos, su no presenta una clara separación entre el cefalotórax y el abdomen, o ésta se reduce a un surco; tienen quelíceros en forma de piezas o uñas perforadas y aparato bucal masticador o chupador, y las plantas son de forma variada, frecuentemente con uñas, para agarrarse a otros animales.

La mayoría de los ácaros son diminutos y alcanzan unos pocos milímetros de longitud; el ácaro de los folículos humanos mide solo 0,1 mm (menor que algunos protozoos) y los ácaros del polvo doméstico miden entre 0,2 y 0,5 mm; ambos son, pues, microscópicos; en el otro extremo, los ácaros de terciopelo alcanzan longitudes de 10 mm.
Hay ácaros en medios terrestres y acuáticos, incluso en el medio marino. Son en su mayoría depredadores, pero los hay fitófagos, detritívoros y parásitos; las garrapatas son hematófagas y son vectores de numerosas enfermedades infecciosas.
Los ácaros puede encontrarse en casi todos los ecosistemas incluyendo desiertos, tundras, alpinos, estrato profundo del suelo, cuevas, manantiales calientes, suelo oceánico... En otras palabras: los ácaros han colonizado casi todos los hábitats terrestres, marinos y dulceacuícolas.
Quizá la ausencia más destacable sea el ambiente aéreo, pues no existen ácaros voladores activos, aunque su pequeño tamaño en la mayoría de los casos les permite dispersarse por el viento, hasta tal punto que existen grupos que han desarrollado una suerte de "alas" que les permite planear. Las exploraciones en hábitats tan sorprendentes como el substrato ultraprofundo del suelo, tejido cutáneo y subcutáneo de animales o las profundidades abisales descubren familias de ácaros que ni siquiera podíamos imaginar. Por lo tanto, los conceptos actuales de sistemática de ácaros están basados en poco más que una comprensión fragmentaria de la fauna.

Entre las especies de ácaros más importantes desde el punto de vista sanitario, se encuentran los conocidos como ácaros del polvo doméstico, responsables de patologías alérgicas.
Se han descrito numerosas especies de ácaros presentes en el polvo doméstico, aunque las principales son D. pteronyssinus, D. farinae y Euroglyphus maynei. Estas especies de ácaros se alimentan principalmente de escamas humanas por lo que tienden a encontrarse en lugares donde abunde esta comida (colchones, almohadas, mantas, edredones, pelo…) Otras especies de ácaros (Tyrophagus, Lepidoglyphus, Glycyphagus…) conocidas como “ácaros de almacén” se alimentan de restos orgánicos, hongos… por lo que es fácil encontrarlas en despensas, cocinas, suelos
Los compuestos que producen las alergias, conocidos como alergenos, se encuentran en los residuos fecales de los ácaros, así como en su cuerpo. Se conocen numerosos alergenos de ácaros de, al menos, una veintena de especies.

La alergia al polvo puede presentarse dentro de la casa y en lugares cerrados. Aunque los síntomas pueden manifestarse a lo largo de todo el año, es característica su mayor presencia en otoño. El polvo de la calle no contiene ácaros y sólo actúa como irritante.

Los síntomas provocados por la alergia a ácaros suelen ser rinitis, conjuntivitis, estornudos al levantarse, silbidos de pecho (asma).

Existen otros ácaros también importantes entre los que figuran los ixódidos o garrapatas; el arador de la sarna, descrito por Redi en 1.687, que produce la sarna, enfermedad muy molesta, pues la hembra pone los huevos, en galerías, a través de la piel del hombre, de especie Sarcoptes scaliei; el Demodex folliculorum, de cuerpo alargado, que puede atacar al hombre, en las aletas nasales y en las glándulas de Meibomio, y se llama así porque anida en las glándulas sebáceas; el Dermanissus gallinae, de cuerpo ovalado y achatado posteriormente, muy común en los gallineros donde hay poca limpieza y que también puede atacar al hombre y formar costras, bajo las cuales perdura por largo tiempo; los trombídidos, que atacan a las larvas y ninfas de las polillas del trigo.

Los ácaros al entrar en contacto con el cuerpo causan la liberación de histamina lo que conduce a una reacción alérgica, esta reacción se manifiesta en estornudos, picazón, rinitis y en algunos casos asma.

Por lo anterior, es muy importante adoptar como rutina de prevención, una buena limpieza del hogar y con ello reducir las posibilidades de que nuestros seres queridos tengan una reacción alérgica y con ello quedar expuestos incluso a una infección respiratoria.

Por mucho tiempo se ha tenido la creencia de que barrer y trapear es la mejor forma de limpiar los pisos, de la misma manera que se cree que pasando un trapo húmedo a los muebles y mesas es suficiente para eliminar el polvo. Esto no es del todo cierto.

En el momento de barrer, básicamente lo que hacemos es pasar el polvo de un lado a otro sin eliminarlo al 100% e incluso hay partículas que se quedan suspendidas en el aire y que poco tiempo después vuelven a caer sobre muebles y piso dejándolos nuevamente sucios.

Por ello, la forma más rápida y efectiva de eliminar el polvo de los pisos y muebles es a través de una aspiradora, una poderosa herramienta que en pocos minutos limpia sin levantar polvo, además que ayuda a combatir los agentes nocivos anteriormente mencionados incluidos los ácaros lo cual es muy importante si se toma en cuenta que un gramo de polvo puede tener, aunque sea difícil de creer, entre 100 y 500 de estos bichos.
En estas épocas de cambios climáticos y de aumento en casos de infecciones respiratorias, necesitamos observar una limpieza de calidad en nuestro hogar y asi ayudar a mantener saludable a tu familia.

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