diciembre 25, 2010

Aparato digestivo


El aparato digestivo es un largo tubo, con importantes glándulas asociadas, se encarga de transformar los alimentos en sustancias simples y fácilmente utilizables por el organismo.

La función que realiza es la de transporte (alimentos), secreción (jugos digestivos), absorción (nutrientes) y excreción (mediante el proceso de defecación).
El proceso de la digestión es el mismo en todos los animales monogástricos: transformar los glúcidos, lípidos y proteínas en unidades más sencillas, gracias a las enzimas digestivas, para que puedan ser absorbidas y transportadas por la sangre.
Es un conjunto de órganos (boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso); ellos son los encargados del proceso de la digestión, es decir, la transformación de los alimentos para que puedan ser absorbidos y utilizados por las células del organismo.

En la boca ya empieza propiamente la digestión. Los dientes trituran los alimentos y las secreciones de las glándulas salivales los humedecen e inician su descomposición química. Luego, el bolo alimenticio cruza la faringe, sigue por el esófago y llega al estómago, una bolsa muscular de litro y medio de capacidad, en condiciones normales, cuya mucosa segrega el potente jugo gástrico, en el estómago, el alimento es agitado hasta convertirse en el quimo.

A la salida del estómago, el tubo digestivo se prolonga con el intestino delgado, de unos cinco metros de largo, aunque muy replegado sobre sí mismo. En su primera porción o duodeno recibe secreciones de las glándulas intestinales, la bilis y los jugos del páncreas*. Todas estas secreciones contienen una gran cantidad de enzimas que degradan los alimentos y los transforman en sustancias solubles simples.
El tubo digestivo continúa por el intestino grueso, de algo más de metro y medio de longitud. Su porción final es el recto, que termina en el ano, por donde se evacuan al exterior los restos indigeribles de los alimentos.

*Otros dos órganos digestivos “macizos”, el hígado y el páncreas, producen jugos que llegan al intestino a través de pequeños tubos llamados conductos. La vesícula biliar almacena los jugos digestivos del hígado hasta que son necesarios en el intestino. Algunos componentes de los sistemas nervioso y circulatorio también juegan un papel importante en el aparato digestivo.

Cita de un ejemplo de la importancia de la digestión:

Cuando comemos alimentos como pan, carne y vegetales, éstos no están en una forma que el cuerpo pueda utilizar para nutrirse. Los alimentos y bebidas que consumimos deben transformarse en moléculas más pequeñas de nutrientes antes de ser absorbidos hacia la sangre y transportados a las células de todo el cuerpo. La digestión es el proceso mediante el cual los alimentos y las bebidas se descomponen en sus partes más pequeñas para que el cuerpo pueda usarlos como fuente de energía, y para formar y alimentar las células.

En resumen:

El aparato digestivo es una gran parte de tu cuerpo: tritura y mezcla los alimentos, fabrica sustancias químicas para descomponerlos para que tu organismo pueda utilizar los nutrientes, filtra las sustancias peligrosas, e incluso deja que el cuerpo elimine los desechos. Debes mantener tu aparato digestivo en buena forma ingiriendo muchos alimentos sanos y bebiendo agua. Los alimentos grasos o grasosos tipo la mayoría de los snacks pueden ser difíciles de digerir, así que intenta ingerirlos con moderación (esto significa que debes comerlos sólo muy de vez en cuando y no comer mucho de una sola vez). 

Intenta también facilitar las deposiciones comiendo frutas, verduras y pan y cereales con fibra -éstos ayudan a que los sólidos se acumulen en el intestino grueso y puedan ser expulsados. Cuida de tu aparato digestivo

¡Y te sentirás bien!

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